Los neoliberales pretenden acabar hasta con la panela.
Alfredo Cruz Velasco. Economista Agrícola. Texas A. & M. University. Miembro Fundador y Asesor de Fedepanela
Los TLC firmados durante los gobiernos de Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos han terminado por arrasar las estructuras agropecuarias e industriales, que durante años se han construido con el trabajo de millones de colombianos. La industria de la panela tampoco escapa a tan ominoso destino. Deslinde
Antecedentes
El gremio panelero en Colombia lo conforman más de 20.000 trapiches, 19.050 censados por el INVIMA, que elaboran 1´300.000 toneladas de panela por año, valoradas en U.S.$1.000 millones que representan el 7% del P.I.B. agrícola y una participación del 1,06 % del gasto nacional de alimentos.
Hay sembradas 240.000 hectáreas de caña panelera, en 350 municipios de 27 departamentos paneleros. En 70.000 fincas (unidades productivas) con un promedio de tenencia de la tierra de 3,42 hectáreas.
La panela es hoy, es el primer renglón generador de empleo rural lícito en el sector agrícola colombiano. De ella dependen 1’750.000 empleos entre directos e indirectos en 27 departamentos y 49 millones de jornales anuales. Ha sido durante toda la historia del país un importante producto industrial generador de empleo.
Contemplada desde un punto de vista económico y social, resulta muy ventajoso que el cultivo de la caña panelera esté tan esparcido, porque los beneficios que reporta no se circunscriben a unos pocos lugares privilegiados, sino que se distribuyen entre la población campesina del país. Ninguna otra industria proporciona ocupación regular y constante y medios de vida tan considerables y seguros, a una porción tan elevada de compatriotas.
Uno de los problemas más graves y difíciles de resolver en el país, es garantizar un trabajo remunerado a los campesinos, problema que ayuda a resolver el cultivo de la caña panelera, que es una industria típicamente nacional.
¿Qué nos llevó a la crisis?
Las falsas expectativas del alcohol carburante, generadas por el gobierno de Álvaro Uribe en el sector panelero, hicieron sembrar 40.000 hectáreas adicionales de caña en las regiones paneleras tradicionales y no tradicionales. Al incumplir su compromiso de montar y financiar las plantas de alcohol carburante en las zonas de tradición panelera, donde no eran viables, se dedicaron nuevas áreas a la producción de panela, generando una sobreproducción de 400.000 toneladas por año.
Las innecesarias importaciones de jarabe de maíz y azúcar subsidiadas desde otros países, están generando una contra reforma agraria en el campesinado tradicional panelero, importaciones innecesarias que fueron iniciadas por el gobierno anterior (180.000 toneladas por año) que el actual Gobierno ha doblado innecesariamente: 360.000 toneladas por año, con el objetivo de beneficiar únicamente a algunas multinacionales; además el gobierno de Santos ha sido incapaz de controlar la adulteración de la panela con la subsidiada azúcar importada.
El abuso por parte de los pocos comerciantes de panela en centrales mayoristas y en los mercados semanales de panela en los pueblos paneleros, aprovechándose de su posición dominante, establecen a su antojo precios de ruina para el productor, situación que la Superintendencia de Industria y Comercio, además, no controla. Todo esto forma parte de las causas que han llevado al sector panelero a la crisis por la cual actualmente está atravesando.
Medidas Inmediatas Para Un Plan De Choque:
El gobierno nacional representado por el Ministro de Agricultura, en compañía de la totalidad del Senado y representantes del gremio panelero nacional, firmaron un acta de compromiso el pasado 15 de diciembre de 2009, en la que se definió, entre otras, las medidas para un plan de choque que me permito transcribir:
- Prohibir las importaciones de jarabe de maíz y azúcar subsidiada, pues en Colombia por año hay excedentes de 800.000 toneladas de azúcar y 300.000 de panela, con lo cual se protegería el empleo de quienes se dedican a esta labor.
- Poner en marcha un plan de alivio a la deuda con créditos blandos, iguales a los del sector agrario y agroindustrial de Estados Unidos y de Brasil para todos los productores de panela, con el fin de ayudar a superar la actual crisis y solucionar así los problemas de iliquidez por las altas tasas de interés y plazos cortos para el pago.
- No al incremento de los avalúos catastrales y prediales, pues no somos comercializadores de tierras sino productores del campo en crisis.
- Establecer una Tasa Representativa del Mercado (T.R.M.) mínima de $2.200 por kilogramo de panela.
- Siempre que se cumpla con los requisitos de calidad y demás disposiciones legales, el Gobierno Nacional se compromete a comprar directamente a las organizaciones de productores toda la panela necesaria para el mercado institucional (ICBF, Fuerzas Armadas, Policía, INPEC, etc.), o fijar el precio de sustentación si se va a negociar en la Bolsa.
- Por la condición artesanal del moldeo o pesaje de la panela, se deben tener rangos de tolerancia en el peso como lo establece la Norma ICONTEC NTC 1311 de 1991 2ª actualización el numeral 3.1 condiciones generales de la Panela, que era de más o menos el 5%.
- Abrir un rubro permanente en el Presupuesto General de la Nación de una suma de destinación específica para la promoción del consumo de la panela y los nuevos productos que se están desarrollando con valor agregado (mieles gourmet enriquecidas, panela granulada saborizada, confitería, cosmetología, gaseosa alimenticia), por valor de $20.000 millones anuales indexados al incremento anual del salario mínimo, con el fin de posicionarla en el mercado nacional como un alimento totalmente natural, y adicionalmente otro rubro por valor de U.S.$15´000.000 para la promoción al consumo internacional indexados a la tasa libor. Los anteriores rubros se ejecutarán teniendo en cuenta a las organizaciones gremiales de los sectores paneleros legalmente constituidos en Colombia.
- Conformar un bloque de búsqueda de alto nivel para un control efectivo del contrabando, lavado de activos, derretideros, nuevos trapiches y mega trapiches, robo de caña, producción de panela violando las disposiciones vigentes que haga cumplir la Ley 40 de 1990, conocida como la Ley Panelera, que está siendo transgredida por estas circunstancias.
9. Que el Gobierno Nacional no solamente garantice, sino que no ejerza represalias, contra los líderes sociales que pacíficamente orientan la comunidad panelera, garantizando el libre ejercicio del derecho a la protesta legítima, en el marco de la Constitución y de la ley.
Medidas En El Corto Plazo
Para Un Plan De Choque
Apropiar recursos para la reconversión de toda la infraestructura panelera del país, creando mecanismos que la faciliten, superiores o iguales a los que tienen los agricultores y agroindustriales de los Estados Unidos y Brasil o de cualquier otro país competidor, como: exención de impuestos, aplicación de un ICR del 40% neto para todo el sector; facilitar la inversión en maquinaria, repuestos, equipo de transporte de caña y panela, combustibles y lubricantes, energía, insumos, etc; establecimiento de créditos blandos y de largo plazo.
Fijar subsidios o tarifas diferenciales en lo referente a transporte (sin impuestos y subsidiado en un 40%), mano de obra, agenciamiento de aduana y de carga a los productores que exporten sus productos, estableciendo reglas claras en cuanto a cantidades, medidas y precios de oferta, unificados sobre la base de costos de producción de $2200 por kilogramo de panela.
Que el Ministerio de Trabajo exija a los trapiches comunitarios, que han sido construidos con recursos públicos, cumplan con toda la carga social al igual que los trapiches que comercializan directamente su panela con Fedepanela o con su comercializadora Comerpanela, para vender en el mercado nacional e internacional, exigiendo que no interfiera en los mercados ya establecidos por otros productores tradicionales, que a su vez son sus afiliados.
Realizar un control efectivo a los almacenes de cadena, supermercados y grandes tiendas, para impedir las abusivas condiciones impuestas a los proveedores para comprarles o seguirles comprando, exigiéndoles que no pueden comercializar la panela que compren si los trapiches donde la adquieren no cumplen con los requisitos de calidad y no pagan a sus trabajadores la carga social que establece la ley.
Control a los comercializadores abusivos en los centros de acopio o centros de negociación de panela, para evitar el abuso de la posición dominante frente al productor campesino.
Exigir que los recursos del Fondo Nacional de la Panela sean invertidos únicamente en rubros de destinación específica, para evitar que se continúen desviando.
Continuar y reestructurar la asistencia técnica gremial, con prioridad en la calidad y no en cantidad, con profesionales bien formados.
Crear la carrera profesional de Economía Agrícola y establecer convenios con universidades internacionales que la tengan.
Exigir a la administración de Fedepanela para el manejo de los recursos parafiscales cancelados por los paneleros y los que a través de convenios entregue directamente el Estado.
Tener una Auditoría y una Revisoría fiscal externa totalmente independiente de la Administración, con la prohibición de nombrar funcionarios que sean familiares tanto de la Administración como de algunos miembros de Junta Directiva o de miembros de Comités Municipales.
Crear incentivos y subsidios para la diversificación, con el fin de disminuir las nuevas áreas sembradas en caña, generadas por las falsas expectativas del alcohol carburante impulsadas por el gobierno anterior, garantizando un comercio justo de estos nuevos productos agropecuarios, que no se deben importar.
Esta es una síntesis de los problemas que nos afectan y sus soluciones. Hasta el momento el Gobierno no ha dado muestras de apoyar las peticiones del sector panelero, importante para el desarrollo económico y social del país.