Home Edición 54 Para entender mejor la política actual en Estados Unidos

Raúl Fernández. Profesor de la Universidad de California

Los debates sobre el techo de la deuda, los programas salud de Obama y la intensidad de la lucha partidista en Estados Unidos, han ocupado buena parte de la prensa internacional. El trasfondo y significado de estas con tradiciones merece una explicación. Deslinde.

En pasadas semanas, el mundo ha contemplado una crisis de gobernabilidad sin precedentes en Estados Unidos con la paralización de gran parte del Gobierno Federal (pero ojo: la máquina de guerra siguió andando) y la amenaza de que Estados Unidos no cumpliría sus obligaciones con sus acreedores internacionales. Todo lo ocurrido no deja de sorprender a aquellos no familiarizados con la estructura política de dicho país y con algunos cambios en el ambiente político, luego de las dos elecciones de Barack Obama como Presidente.  Para entender mejor el trasfondo de la reciente crisis, es conveniente hacer un repaso de dicha estructura y recientes cambios.

Para comenzar  debe quedar claro que el sistema político de EE.UU. no se basa en la idea de “un voto por cada persona.” Al contrario, se basa en una componenda establecida hace más de dos siglos entre los fundadores de la nación que fue originalmente diseñada para proteger la esclavitud. Fundamentado en ese arreglo cada estado de la unión, independientemente de su población numérica, tendría dos miembros en el Senado.

Como consecuencia, hay estados hoy día, casi todos todavía pertenecientes al viejo Sur esclavista (Alabama, Mississippi, Georgia, South Carolina, etc.) o de carácter rural, que tienen mayor peso en el Senado de USA que otros estados más populosos y urbanizados. Por ejemplo, el estado de Wyoming, tan poco poblado (menos de 600 mil habitantes) que solamente tiene un (1) representante a la Cámara baja, tiene DOS senadores, igual que California con más de 38 millones de personas. Esto les otorga mucho mayor peso político con respecto a su población a los estados rurales y de pasado esclavista.

A nivel de la Cámara de Representantes, ocurre otro hecho que le da gran poder a una minoría cavernaria, con todo respeto a los cavernarios. La Cámara de Representantes se elige con base a una distribución proporcional de los 435 escaños. Por su mayor población, California tiene el mayor número de representantes, unos 53 en total, lo cual significa que en la actualidad un escaño representa más de 700.000 californianos. Pero el trazado demográfico sobre el terreno lo establecen cada dos años las Asambleas Estatales, que en los estados del viejo Sur y rurales del oeste, están dominadas por políticos republicanos de viejo ancestro racista y conservador. Es por ello que se hace una referencia a la “salamandra” de los distritos, porque se han trazado en numerosas ocasiones en forma tan peculiar, para que existan suficientes votantes “blancos” en algunos distritos y así garantizar la elección de individuos de calaña racista y fascista. Estos políticos tienen su re-elección garantizada y por lo tanto apenas si necesitan hacer arreglos y negocios con sus correligionarios en el Congreso. Representan distritos agrícolas, ganaderos, mineros, o de pequeñas industrias que viven bien, entre otras cosas, gracias a los tratados de libre comercio con otros países, que les permiten exportar sus productos subsidiados por el Estado.

En general el Partido Demócrata, instrumento de los grandes monopolios, tiene como base una gran parte de la clase trabajadora. El Republicano, descarado instrumento del gran capital, tiene en su base a productores de menos calibre, dueños de negocios, millonarios algunos de ellos, asalariados de alto nivel otros, una gran parte de los cuales, especialmente los de zonas rurales y del Sur, cargan además con la ideología racista, y  anti-inmigrante. En ambos partidos existen contradicciones entre la dirección partidaria al mando de los grandes monopolios y sus bases. En el caso del Partido Republicano, aunque la contradicción entre grandes capitales y otros de menor cuantía por lo general no define la línea del partido, a veces sucede algo como lo ocurrido durante la reciente crisis, cuando se produce una división sobre cómo manejar “Obamacare”, la deuda, etc. El resultado fue la parálisis del gobierno de USA que perjudicó la economía de todo el país, puso en tela de juicio la confiabilidad del Estado norteamericano en el pago de sus deudas, y aumentó la presión global dirigida a establecer otra moneda, o canasta de monedas, que pueda sustituir a un dólar que inspira cada vez menos seguridad entre los acreedores de USA.

Esos estados y distritos, además de ser “blancos”, se caracterizan por un fundamentalismo cristiano-protestante basado en una lectura literal de la Biblia. Una gran proporción de los votantes de la base Republicana y sus respectivos representantes en la cámara baja, creen firmemente que la tierra tiene solo 6 mil años de existencia.  Atención: cada vez que se reúne el Congreso de USA, se empieza por una oración religiosa, por parte del capellán de dicha institución. Cada vez que se reúnen solamente los republicanos del Congreso, además de rezar,  siempre cantan un “himno” cristiano-protestante.

La elección de un presidente “negro” (Obama), a pesar de que haya sido hasta ahora el administrador imperial más guerrerista y cínico, y un presidente completamente dispuesto a aceptar recortes sociales, y ser un obcecado defensor de los intereses de los grandes monopolios, ha provocado una agudización irracional de sentimientos racistas entre ese segmento de la población que elige representantes y senadores en esos distritos y estados.

A esto se le añade un profundo sentimiento anti-inmigrante. Estos votantes de forma paranoica piensan que negros, mexicanos y musulmanes se están adueñando de su vieja patria blanca, anglo-sajona y cristiana Estos votantes y sus representantes quieren recortar a más no poder todo gasto social, ya que, naturalmente, piensan que son gastos destinados a subvencionar a los que ven como perezosos o hasta criminales: o sea negros, mexicanos, colombianos y otras “chusmas” que corrompen el país

Por ello se puede afirmar sin temor a exageración que dentro del Partido Republicano existe una corriente que podemos denominar el Partido Nacionalista Blanco del Hijo de Dios Jesucristo.

En resumen, este segmento de la población y parlamentarios gringos ven a un presidente “negro”, con nombre que suena muy musulmán como lo es Barack Hussein Obama, de quien sospechan nació en Africa, o sea, algo así como el demonio mismo  que acecha al juez Scalia de la Corte Suprema.

Estas son las ideas del grupo de locos que confeccionó la crisis de las últimas dos semanas. Y no es que Obama esté muy en contra de lo que piden éstos, especialmente en lo que se refiere a recortes del gasto social. ¡Obama es el campeón de los Recortes!  Lo que no quería Obama es que lo agarraran a zapatazos y lo humillaran en el proceso. Ya desde siempre viene anunciando que está más que dispuesto a sentarse a dialogar (leer: ponerse de acuerdo para recortar lo que queda de los programas de bienestar y seguridad sociales) con sus opositores.

¿Qué ideas caracterizan esa derecha extrema de Estados Unidos? Ahí van algunos ejemplos en palabras de sus voceros e ideólogos:
¶  Sarah Palin, que fuera candidata a la Vice-Presidencia ha declarado que la teoría de la evolución es falsa, ya que ella nunca ha visto a un mico transformarse en ser humano.¶    Un alto porcentaje de los Republicanos piensa que Obama nació en Kenia y que es musulmán, dos datos que, de ser verídicos, serían motivo suficiente para condenar al Presidente, dado el alto nivel de xenofobia y racismo anti-islámico fomentados entre los Consercadores¶  El jefe de los conservadores en la Corte SupremaAntonin Scalia, cree firmemente en la existencia del diablo .¶  John Boehner, actual Presidente de la Cámara de Representantes, apoya la idea de enseñar el “creacionismo” en las escuelas públicas de la nación.¶Un derechista extremo, el Senador Cruz de Texas, es hijo de un predicador protestante cubano, quien no cesa de comparar en sus discursos a Obama con Fidel Castro.¶  A principios de 2013, representantes Republicanos intentaron debilitar la legislación federal diseñada para proteger a la mujer contra la violencia.El comentarista de TV Bill O’Reilly, quien ni siquiera es de los más extremosos, se niega a aceptar que las mareas oceánicas se deban a la fuerza gravitacional de la luna, afirmando que las mareas son obras de la mano de Dios.¶

 

EL “TECHO DE LA DEUDA”

 

Como parte de la reyerta interna entre Obama y los congresistas Republicanos, mucho se ha hablado sobre el problema del “techo de la deuda.” Los Republicanos, le hacen creer a sus seguidores que elevar ese “techo” significa aumentar la deuda del gobierno y esgrimen ese argumento para demandar recortes en programas sociales.

Lo cual no es cierto. Simplemente le permite al gobierno pagar por gastos anteriormente votados por el Congreso y cumplir sus obligaciones con los que financian dichos gastos comprando      bonos del Tesoro de USA.

El “techo de la deuda” es un artificio retórico puesto en vigor como ley en 1917, cuando Estados Unidos emitió bonos para financiar gastos aprobados para la Primera Guerra Mundial, para hacerle creer al pueblo que el gobierno se portaba de un modo juicioso con el erario público y que se auto-imponía un límite a la deuda que podía incurrir. Pero esta es una idea completamente anacrónica que supone que un gobierno no pueda financiar obras, programas, etc., a menos que tenga en sus manos el dinero contante y sonante. Ni gobiernos, ni empresas privadas modernas funcionan de esa manera: el crédito es el aceite que permite que funcionen tanto gobiernos como empresas privadas.

Elevar el techo de la deuda es un procedimiento tan rutinario como la oración que se reza a principio de cada sesión del Congreso. Es natural, en la medida en que la población, la economía, los programas estatales, y gastos bélicos de Estados Unidos crecen año tras año, que el monto total de la deuda crezca de igual manera. Es por ello que, desde 1962, el techo de la deuda ha sido elevado 74 veces, o sea, una vez cada ocho meses. Bajo el último Presidente Bush el techo fue elevado 11 veces. A nadie se le ocurrió negarse a votar por elevar el techo de la deuda para protestar por los enormes gastos de las guerras en Iraq y Afganistán. En esta ocasión, la derecha republicana intentó conminar al Presidente Obama a que suspendiera el “Obamacare” amenazándolo con negarse a elevar el techo de la deuda. Amenaza que puso en vilo al sistema financiero internacional  incrédulo ante la posibilidad que un conflicto político interno sobre la ley de sanidad “Obamacare” llevara a una cesación de pagos de la deuda. Amenaza que para suerte de Estados Unidos, fue abandonada en fin de cuentas por ambas cámaras del Congreso.

 

elanalistaeconomicofinanciero.blogspot.com

Leave a Reply