La verdad sobre los resultados de los Tratados de Libre Comercio
Manuel Martínez. Economista Coordinador del proyecto de Sistema de Información Alternativo, SIA / @manuelmartin09
Desde inicios del presente año, se construyó el Sistema de Información Alternativo (SIA) con el objetivo de realizar un seguimiento a los resultados de los Tratados de Libre Comercio firmados por Colombia en los últimos años y hacer una evaluación critica sobre los efectos manifiestos de ellos acuerdos en la economía nacional. Tras seis meses de trabajo, el presente artículo resume las ocho conclusiones más importantes de los informes publicados en TLCaldesnudo.com. Deslinde
El deterioro de la balanza comercial, el desbalance debido a los desequilibrios en el comportamiento de la industria, el deterioro de la relación comercial con Estados Unidos, la frustración de las expectativas creadas antes de la negociación, la equivocada suscripción de la Alianza del Pacífico, la destrucción de la Comunidad Andina de Naciones, la irresponsable firma de acuerdos como el de Corea que sacrifica la incipiente industria nacional y la conducta de quienes han hecho apología de estos tratados se examinan a continuación.
1. Los TLC han deteriorado la Balanza Comercial de Colombia:
La balanza comercial en los cinco primeros meses del año muestra de manera ejemplar los efectos de los TLC en el comercio exterior de Colombia. Los países con los que se tienen acuerdos comerciales explican en gran parte el deterioro en 209% de la balanza comercial, que pasó de un superávit de US$1.043 millones en los primeros 5 meses de 2013 a un déficit de US$1.134 millones en el mismo periodo de 2014. El resultado se debe a una tasa decreciente de las exportaciones y al aumento permanente en las importaciones. Casualmente, en los primeros 5 meses de 2014, las exportaciones cayeron 4.6% y las importaciones crecieron 4.6%. Este no es un comportamiento nuevo: la tasa de crecimiento promedio de las exportaciones en el ultimo año y medio ha sido -3.39%, mientras la de las importaciones fue 2.18%. De mantenerse el crecimiento de las importaciones por encima de las exportaciones, en un contexto de revaluación e incapacidad de controlarla, el desenlace comercial de Colombia sería un déficit comercial cercano a los US$2.000 millones a final del año, el cual correspondería al peor resultado por lo menos desde 1998. Esto conllevaría a que el déficit en cuenta corriente supere el 4,5% del PIB. El mismo Fondo Monetario Internacional alertó que las exportaciones netas le pondrán un freno al crecimiento económico en 2014, restándole un 1% al PIB. En conclusión, los TLC y la apertura económica no aportaron al crecimiento económico, sino todo lo contrario.
2. El déficit comercial se explica por el desbalance en el sector industrial:
El déficit del sector industrial, en relación con el mundo, aumentó 20% en lo corrido del 2014, aumentando US$2.554 millones más al saldo en rojo que asciende a US$-15.384 millones.
Los sectores de industria liviana como el textilero, han sido uno de los más afectados con los TLC: la fabricación de prendas de vestir llegó a un déficit de US$61.911 millones (609% más que hace un año) mientras al cierre del 2012 se contaba con un superávit de US$18.500 millones. Lo propio sucede con el sector automotriz, en especial el de las autopartes, el sector de cueros y productos de madera, papel y cartón.
La balanza comercial de bienes minero-energéticos creció 3.2%, mientras la balanza del resto de sectores cayó 21%, reforzando la especialización productiva de Colombia en el sector extractivo y poniendo en evidencia el abandono de la industria y el agro que atraviesa el país.
Los malos resultados comerciales de Colombia en 2014 tienen una estrecha relación con el comportamiento industrial que permanece en un periodo prolongado de contracción productiva. El inicio del 2014 no es favorable para los pronósticos de las exportaciones y la producción industrial que confirman la tendencia presentada en los últimos 15 meses.
3. EEUU explica el desplome comercial
Al analizar el intercambio comercial por países, se indica que el país que más contribuyó en la caída fue Estados Unidos: el superávit comercial con esta nación en 2012 fue de US$8.250 millones y en 2013 cayó a US$2.777 millones, lo que corresponde a una caída de 66%. Tras dos años de la firma del TLC con el país del Norte, el superávit acumulado se redujo a la tercera parte. Para los primeros cinco meses del 2014, el resultado es alarmante: el desplome de la balanza comercial fue de 182%, al pasar de un saldo positivo de US$1.764 millones en 2013 a uno negativo de US$1.445 millones en 2014. Todo indica que para este año el balance comercial con EEUU sea negativo, resultado que no se veía desde 1995, ratificando que los TLC han tenido efectos perversos en el comercio exterior colombiano.
4. Dos años del TLC con EEUU: Pronósticos incumplidos y malos resultados
El TLC con Estados Unidos, que entró en vigencia el 15 de mayo de 2012, profundizó el flujo de mercancías desde EE.UU. hacia Colombia y no facilitó las exportaciones colombianas a ese país, como lo prueban las cifras oficiales. Entre mayo de 2012 y mayo de 2014, las exportaciones colombianas a EE.UU. sumaron US$36.747 millones, 12% menos que los dos años anteriores a la entrada en vigencia del TLC, cuando las exportaciones fueron US$41.340 millones. Por su parte,las importaciones aumentaron 29.7% en el mismo periodo, al pasar
de US$25.201 millones entre 2010 y 2012 a US$32.692 millones entre 2012 y 2014.
Lo anterior era un resultado previsible, dado que EE.UU. firma tratados no para aumentar sus compras sino sus ventas y el gobierno de Obama se propuso aumentar sus exportaciones y disminuir su déficit con América Latina. Sin embargo, la obstinación del gobierno de Santos en implementar y negociar tratados de libre comercio a diestra y siniestra, y la publicidad engañosa emprendida por parte del exministro Santiago Rojas defendiendo los malos resultados, ocultan que los países que más participan del comercio mundial lo hacen porque tienen primero una oferta exportable con ventajas comparativas absolutas con respecto a los costos de producción, infraestructura adecuada y mercados internos que dan solidez a la producción local, incluso antes de tener acceso a nuevos mercados. En general los acuerdos que buscan acceso a nuevos mercados son consecuencia y no causa del aumento del comercio.
Con la información disponible de las exportaciones a EEUU durante el TLC, el SIA encontró que si bien las exportaciones tradicionales (especialmente petróleo y carbón) han caído, la disminución de las exportaciones totales a ese país se debe además, a subsectores fundamentales de la industria como las confecciones, la industria automotriz, entre otros. Algunos sectores económicos que presentaban tasas de crecimiento positivas antes del TLC y luego de la entrada en vigencia, disminuyeron en ellas. Este es el caso de los textiles que pasaron de aumentar sus exportaciones en un 9% antes delTLC a un -8% durante el mismo. Igualmente pasa con el banano (de 12% a -5%), productos Industriales (de 2% a -2%), agroindustriales (5% a -11%), confecciones(de 19% a -8%), textiles (de 9% a -8%) y finalmente, la industria automotriz que pasó de exportar a tasas del 52% al -6%.
El TLC tiene implicaciones en el crecimiento económico. Los datos muestran que el TLC no ha aumentado en 1% el crecimiento económico, como lo prometía el Gobierno Nacional en la negociación y discusión en el Congreso de la República. Por el contrario, los TLC no han significado mayor crecimiento, sino que han disminuido la tasa de crecimiento del PIB a una tasa mediocre promedio de 4.4%, inferior al promedio de los últimos 4 quinquenios.
Las razones de esta disminución del crecimiento son múltiples, pero las principales se podrían sintetizar en: a) un rápido desplazamiento de la producción nacional por productos y servicios importados; b) una violenta ruptura de las cadenas productivas del país y su mantenimiento como país monoexportador de materias primas, especialmente bienes minero-energéticos; c) la erosión del ingreso y la capacidad de compra de la población; d) la desregulación del sistema financiero y el aumento de actividades especulativas, en lugar de ser motor crediticio y e) el abandono del Estado a los productores del campo y la ciudad.
5. La Alianza Pacífico se firma en el peor momento comercial
El acuerdo comercial con los países miembro de la Alianza pacifico (AP) se hace en el peor momento comercial de Colombia. Los pronósticos del intercambio comercial con la AP no son alentadores y se espera que el TLC no cambie la tendencia observada. En términos absolutos, las exportaciones totales a la AP decayeron cerca del 20% en 2013, comprobando la tendencia negativa presentada desde el 2011. Este resultado es el más bajo en 6 años. La desaceleración de las exportaciones hacia los países de la AP pone en evidencia que las mayores ventas de bienes y servicios no depende de la eliminación de los aranceles, sino de los mercados internacionales, los precios de los commodities y la demanda externa.
El patrón exportador de Colombia hacia la AP no dista mucho de los principales destinos como EEUU y la Unión Europea: la concentración de las exportaciones en los bienes minero-energéticos evidencia el proceso de especialización productiva con el consecuente retroceso de la industria y la agricultura en la estructura económica del país. La participación de las exportaciones minero-energéticas hacia los países de la AP pasó de 24% a 37% en 5 años, mientras las agrícolas pasaron del 7% a 5% y las industriales se mantuvieron en el 6%. La especialización productiva y la concentración de las exportaciones no tiene la capacidad para equiparar la balanza comercial, que en 2013 fue deficitaria en más de US$3.200 millones.
6. La desintegración de la CAN: otro efecto de los TLC
La CAN ha sido históricamente un importante mercado para las exportaciones no minero-energéticas, beneficiando por varios años los exportadores industriales y agrícolas nacionales amparados en los instrumentos como la Franja Andina de Precios. Venezuela, el principal socio comercial de Colombia, decidió apartarse de la CAN en el 2006 por la firma del TLC de EEUU con Colombia y Perú, el cual eliminaba los instrumentos de protección y promoción industrial. Es así como las exportaciones colombianas hacia la CAN representaron el 5,8% de las ventas totales del país en el 2013, mientras en 1994 habían representado el 13%. El comercio intracomunitario se redujo al mínimo durante los últimos 5 años.
La razón del debilitamiento comercial consiste en que los productos producidos por los países de la CAN tendrían mayor competencia con los proveedores norteamericanos, que tienen “ventajas artificiales” (dumping, subsidios, etc.) y menores costos arancelarios, por cuenta del TLC. Esto ha significado una constante desviación del comercio, perjudicando a los empresarios de los países andinos, especialmente a los de Colombia y Venezuela. Como consecuencia de la desviación del comercio, las pérdidas del sector industrial y agrícola no son compensadas por las “ganancias” comerciales del TLC con EEUU. La decisión de poner por encima los Acuerdos Comerciales bilaterales a la integración comercial ha sido la causa principal que explica la desintegración subregional.
7. TLC con Corea: No es tan bueno como lo pintan.
Tanto en las rondas de negociación como en las discusiones en las comisiones del Congreso, el Gobierno colombiano y los defensores de los TLC han justificado la firma del acuerdo con Corea por los supuestos beneficios obtenidos por Chile y Perú con Corea. La realidad muestra que en ambos casos las pérdidas para estas economías suramericanas son significativas. Los TLC con Corea han generado una pérdida onerosa en la industria, mientras la agricultura no ha obtenido los beneficios esperados.
En el caso peruano, el TLC entró en vigencia en agosto de 2011. Desde entonces las exportaciones de esta nación hacia Corea cayeron 10%, al pasar de US$ 1.700 millones a US$ 1.530. Por su parte, las importaciones crecieron 7% en el mismo periodo, de US$ 1.500 millones a US$ 1.600 millones. La balanza comercial se ha deteriorado de manera notable, pasando de tener un superávit cercano a los US$200 millones a un déficit de US$60 millones en 2013. Al igual que en Colombia, las exportaciones están altamente concentradas en bienes minero-energéticos y están controladas por reconocidas multinacionales como Glencore, KIA, LG, Samsung y Daewoo, entre otras. Las importaciones de automóviles aumentaron 89%, mientras las exportaciones agrícolas cayeron 39% entre 2011 y 2012 y no crecieron (0%) hasta el presente.
En los primeros cuatro años de implementación del TLC, las exportaciones chilenas a su socio coreano se incrementaron 274%, pero sus importaciones lo hicieron en 507%, evidenciando una notoria desventaja del país suramericano en este acuerdo. En 2012 el superávit chileno fue de US$ 2.100 millones, pero para 2013 disminuyó 23%, llegando a menos de US$1.600 millones. Chile se encuentra con serias dificultades en el intercambio comercial de productos agrícolas a Corea ya que este sector en el país asiático sigue gozando de importantes subsidios y protección desde el Estado, tanto para la producción como para la distribución y comercialización.
Contrariamente a las certezas encontradas en las exportaciones del sector minero-energético e importaciones de automóviles, electrodomésticos y textiles, no existe ningún tipo de evidencia internacional que permita demostrar que se puedan obtener beneficios importantes con este acuerdo económico.
8. Los responsables
Los resultados comerciales de los TLC tienen responsables de carne y hueso: Juan Manuel Santos, Álvaro Uribe Vélez, Andrés Pastrana, César Gaviria y todos sus ministros de Comercio, Industria, Hacienda, entre otros. (En este caso Santos es tetraresponsable).
El común denominador entre ellos claramente es la obediencia a los principios del neoliberalismo y sus políticas económicas. Empero, la falsedad se ha convertido en el instrumento favorito para ocultar los pésimos resultados comerciales y económicos de la apertura comercial y los TLC.
Esta ha sido la constante del saliente Ministro de Comercio Santiago Rojas, quien ni se sonrojó al entregar datos equivocados sobre los dos años del TLC con EEUU, al hacer un ambiguo análisis de los resultados. No solo se crean falsas conclusiones, sino se ofrecen equivocados diagnósticos sobre el problema. El libreto oficial no es suficiente para explicar el desplome de la balanza comercial generado por los TLC y la crisis industrial, tampoco para justificar la firma de nuevos tratados comerciales con Corea, Alianza Pacifico, Japón, Israel, entre otros.