Home Destacados “Dominar la tecnología no es aprender a manejar una tablet, sino hacerla”

Entrevista al empresario colombiano Germán Rodríguez
Ingeniero / Miembro de la Junta Directiva de Acopi-Bogotá

Colombia está dejando de ser un país productor para convertirse en un país importador. Miles de fábricas han cerrado, al tiempo que cobra más importancia sobre la economía el comercio de bienes extranjeros. ¿Qué significa para un país perder su producción, cerrar las fábricas y lanzar a miles de trabajadores a las calles? Deslinde

Deslinde: En su opinión, ¿cuáles son los resultados de la Apertura Económica y el modelo económico de los TLC que está implementando el país?

Germán Rodríguez: La Apertura Económica hizo desaparecer empresas muy importantes para los colombianos, por su aporte en términos de producción, conocimiento, desarrollo tecnológico y empleos de calidad. Otras, las que sobrevivieron, se están yendo por culpa de los TLC. Electrolux, Simesa, Furesa, Hurtado Hermanos, Monark de Colombia (Bicicletas), la Fábrica Nacional de Muñecos. Laboratorios como Wyeth, BDF y Bayer. Ya ni siquiera el Alka-Seltzer y el Canestén los producimos en Colombia.

Empresas de calzado como Evea, Piel Roja, La Corona y Panám, también tuvieron que cerrar. Sobre esta última, decían que tenía unos costos de producción y burocracia muy altos; pues claro, cuando el calzado comienza a traerse más barato o de contrabando, es obvio que la producción y el personal le sobran a la empresa. Entonces dicen que tenía mucha gente y no había con qué pagarle la indemnización, etc. Pero en realidad fue por la apertura y no por otras cosas.

En textiles también cerraron Texmeralda, Textiles El Cerro, Textiles Galia y otros. La fábrica de pilas Eveready, producía en Cali 120 millones de pilas al año, la cerraron y decidieron mandarlas desde México. Pilas Varta cerró en Manizales. Los amigos de los TLC aducen que son reestructuraciones de las empresas. Claro que lo son: cuando el país no les sirve, se reestructuran y se van. Uno tiene que pensar por qué se va la inversión, hay que ver las causas.

Colgate-Palmolive clausuró gran parte de la producción, Gillette de Colombia cerró prácticamente todo, Prismacolor, imagínese, los fabricantes de colores. Sigo, confecciones Caribú, Hernando Trujillo, Única, todos ellos se han quebrado. Las multinacionales cerraron y se fueron a mandarnos las cosas desde otros países. Tornillos Gutemberto era la fábrica más tecnificada de tornillos del Grupo Andino, incluyendo Chile; tuvo que cerrar hace un año y medio porque bajaron los aranceles abruptamente, sin siquiera estar negociando un TLC. Hace unos meses se fue Icollantas y cerró Mazda. La lista es interminable. Piensen en lo que significa el cierre de cada una de estas empresas para los trabajadores y sus familias, y también –por supuestopara los empresarios y sus familias. Cada caso es una tragedia.

COREAD: ¿Qué le pasa a un país cuando deja de producir ?

G. R.: El efecto más grave es la desindustrialización, y ¿qué pasa con la desindustrialización? Lo que hace diferente a un país subdesarrollado de uno desarrollado es la industria. Esta es la que genera tecnología, y la tecnología es la que manda en el mundo. Los países que no tienen tecnología son pobres.

Así mismo, se pierden empleos de calidad, con formación técnica y tecnológica, se absorben profesionales de las universidades, donde se puede contar con una base humana de importancia para el desarrollo. Algunos de esos empleos se reemplazan por trabajos en supermercados de grandes superficies, por ejemplo. Pero eso no nos hace muy diferentes de un país pobre de África, donde no saben hacer nada, aunque pueda haber un Carrefour.

Si nosotros nos contentamos porque hay un recurso minero con el cual podemos comprar cosas, eso también hay en África: países petroleros y de diamantes, donde la gente vive muy mal y el gobierno muy bien.

D: Un director del Banco de la República en Cali manifestó hace unos años que aunque es cierto que se han cerrado muchas empresas industriales, también se han abierto otras como Makro, Éxito, Carrefour. Entonces las que cierran son reemplazadas por unas nuevas. ¿No es esto positivo?

G.R.: Si para poner un Carrefour se necesita que se cierre la fábrica de bicicletas Monark, pues podemos discutir cuál generaba más empleo y de mejor calidad. Pero ese no es el punto: una cosa debe sumarse a la otra, no reemplazarse. Si estas empresas de comercialización estuvieran sin que las otras tuvieran que haber cerrado, la ciudad estaría mucho mejor. Cali es una de las ciudades que más ha sufrido en términos de empleo y calidad de vida al haberse convertido de una ciudad productora a una comercializadora.

D: Pero, al fin y al cabo es empleo, no importa si es en la industria o en el comercio. Eso es lo que dice el Gobierno.

G.R.: No lo estoy comparando, estoy diciendo que Carrefour genera empleo formal y puede que sea bueno y de calidad. Lo que pasa es que ese debería ser adicional al que se perdió, que además enseñaba tecnología. Repito: un país sin tecnología y sin industria no es nada, así haya muchos empleos en comercio o en servicios. Dominar la tecnología no es aprender a manejar una tablet o un computador, sino poder hacerlos.

D: ¿Qué pasa entonces con los profesionales en Colombia, los ingenieros, los técnicos?

G.R.: Ya se están yendo del país por montones y desde hace mucho tiempo. Lo veo constantemente, compañeros de mi hijo de la Universidad de los Andes. El único de esa promoción que está en el país es él, todos los demás están trabajando afuera y lo mismo pasa con mis vecinos. Otra forma de bajar el nivel de desempleo es que la gente se vaya del país. Hemos vivido una diáspora de colombianos; más de 4 millones en el exterior, cerca del 10% de la población que le ha tocado irse por razones económicas. Si no se hubieran ido, ¿en cuánto estaría la tasa de desempleo?

D: Uno de los argumentos del Gobierno es que es lo mismo que se produzcan las neveras acá o que se produzcan en México. ¿Es lo mismo para el país que se produzca acá o que se produzca afuera?

G.R.: Una sociedad es muy vulnerable cuando solo se dedica al consumo. Es evidente que para consumir hay que tener ingresos con qué hacerlo. Nosotros lo estamos haciendo con recursos naturales no renovables y subsidiando a enormes sectores de la población. La gente no quiere subsidios, quiere trabajo. El Gobierno confunde y dice que hay que subsidiar todo mientras haya recursos del petróleo, carbón, etc. Estos se van a acabar muy pronto, pero supongamos que no; en todo caso se promueve el ocio.

La decisión es muy clara: ¿se quiere producción nacional, sí o no? O ¿queremos pasar de un país productor a un país consumidor? La segunda es la idea que tienen planeado el Gobierno y algunos economistas.

El hecho de producir incluye en realidad un verdadero desarrollo, el PIB no trabajado no desarrolla. Se da una cifra: “el PIB creció” pero hay países con un PIB muy grande y una pobreza igualmente grande, porque el PIB crece en beneficio del Estado y algunos que están pegados a él, y se llega a tener el Estado rico en un país pobre.

D: Hemos visto en debates en el Congreso de la República, a raíz de la discusión del TLC con Corea, lo que parece ser una disyuntiva entre comerciantes y productores. ¿Qué ocurre?

G.R.: El comercio es necesario: uno produce y tiene que vender. El comercio tiene que existir de todas maneras con o sin industria. Pero hacer industria es más difícil que hacer comercio. Al comercio le interesa el margen de utilidad nada más; si tiene más margen de utilidad trayendo barato de la China, entonces ¿para qué necesita a los productores locales? ¿Y por qué el consumidor tiene que comprar cosas más caras si ellos se lo pueden dar más barato? Pero a quienes defienden esta ecuación se les olvidó la primera regla para proteger al consumidor: que el consumidor exista, porque el desempleadono consume.

D: ¿Qué debería hacer el país y que necesitan los productores nacionales para seguir existiendo?

G.R.: Para que la producción exista se necesita que haya una política estable, con intenciones de estimularla y protegerla, como se hizo en Corea del Sur. Allá no se empezó hacer a la loca, el Gobierno les ayudó en todo, los protegió al extremo, país más proteccionista que Corea y el mismo Japón en su momento no ha habido, y por eso se desarrollaron.

Se hicieron planes quinquenales y se les dio un estímulo con un propósito y unos resultados específicos. Si hacemos eso, podemos reindustrializarnos. El Estado es importante y tiene que dirigir el plan. No se trata de una protección irracional, para que los ciudadanos tengan que comprar lo nuestro más caro y punto. Todo obedece a un plan con resultados. Esa es la única manera de desarrollar a un país.

D: Entonces ¿el Estado es necesario?

G.R.: La industria no se hace eficiente per se. La idea de nuestros gobiernos es que para hacernos eficientes nos tienen que atacar. El Estado debe definir unas locomotoras, pero unas de verdad. Por ejemplo, la industria petroquímica, la automotriz, la agroindustria.

La industria automotriz es fundamental para el desarrollo de un país. Allí confluyen las industrias de acero, aluminio, cobre, vidrio, plástico, cuero, químicos, electrónica, etc. Todo el compendio de la tecnología mundial está en un automóvil, un país que logre tener una industria automotriz bien integrada, es un país bien desarrollado. De ahí en adelante es cuestión de cómo se reparte la riqueza o como se administra.

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