Una luz en medio del caos
El 22 de marzo miles de personas se concentraron en la Plaza de Bolívar de Bogotá para protestar contra la política gubernamental. Otro tanto sucedió en las principales capitales del país. Los petroleros, los maestros, los trabajadores de la salud, los usuarios de los servicios públicos, los estudiantes, los pequeños reconstructores de autopartes e innumerables sectores sociales participaron en las marchas y manifestaciones. La prensa apenas reseñó tangencialmente estos acontecimientos y el parte gubernamental fue frío y escueto: se trató de una inútil jornada que simplemente mostró la tolerancia gubernamental y el talante democrático del régimen. En los siguientes días los titulares de los diarios y los noticieros se ocuparon de otros temas y el asunto aparentemente terminó allí.