Todo va mal por la falta de actitud positiva
Por: Julian Carvajal / @juliancarvajal_
Si usted leyendo este artículo se queda sin luz, y no lo termina, tenga en cuenta que es culpa suya por su falta de positivismo.
En su alocución televisiva del jueves 10 de marzo, el presidente Juan Manuel Santos señaló -palabras más palabras menos-, que la crisis que vive el país solo afecta a “los que quieren estar en ella”. Dijo que lo que menos se necesita en este momento son aquellas personas que no tienen una actitud positiva.
Las cosas van mal en el país por la falta de ‘buena vibra’ de sus habitantes.
Entonces, la desgracia de la actual balanza comercial, la cual en 2015 fue la peor en toda la historia del país, que lleva 13 meses consecutivos con saldo negativo y que inició el 2016 con una caída del 36,6 % en enero, puede explicarse por el actual desánimo de los colombianos.
El sector agropecuario se está quebrando. Los lecheros han visto como un maremoto de leche extranjera los ahoga, sin que ellos puedan hacer nada. 31.000 toneladas de muslo y contra muslo de pollo, proveniente de Estados Unidos, entra a nuestro territorio con cero aranceles. Colombia es ahora el tercer país del mundo a donde Estados Unidos exporta más arroz, después de México y Japón, gracias al TLC firmado. La culpa es de nuestros campesinos e industriales porque no hacen suficientes rezos al dios TLC y no creen que se pueda competir contra mercados mucho más grandes, sólidos y subsidiados de países desarrollados como el estadounidense o el europeo. Nada tienen que ver los malos acuerdos comerciales firmados por Santos.
Que Colombia sea el séptimo país más desigual del mundo, como lo indican últimos datos del Banco Mundial, no es por la concentración de la riqueza en un reducido número de personas. Esto pasa porque a los colombianos nos gusta andar en la miseria y no nos damos ‘la maña’ de vivir con un salario mínimo, sabiendo que en este país no se es pobre sí se gana poco más de 200 mil pesos mensuales, según estándares del gobierno.
Culpables aquellos que se mueren en la puerta de los centros médicos. No hay crisis en la salud y las EPS son lo mejor. Lo que hay es un montón de inconformes que solo quieren que les den trato digno y que piden que la salud sea un derecho. Ellos no entienden que lo único que tienen que hacer es pensar que gozan de buena salud y que si no les alcanza con eso, lo pueden acompañar de una buena dosis de ibuprofeno y/o acetaminofén.
Haber vendido ISAGÉN, en una subasta de un solo oferente, hay que verlo como un hecho sagaz. El pico máximo de la creatividad de nuestro gobierno. No se entiende porque hay quienes pelean por este acto. Después de todo solo era la segunda generadora de energía del país. Nada más bello que dejar la autonomía energética del país en manos privadas.
Los más de 4.000 millones de dólares perdidos en REFICAR, no tienen nada que ver con la falta de vigilancia y control estatal. La presencia de representantes del Gobierno en la mesa directiva de ECOPETROL, como la de Mauricio Cárdenas, que lleva casi una década allí, era solo para cumplir un requisito y calentar silla. La situación se dio porque nosotros como pueblo no elevamos oraciones para que la corrupción no apareciera y fuimos incapaces de pedir que todo saliera bien.
Energía hay, lo que pasa es que toca ahorrarla. Ahora, si no ahorramos energía se tendrán que hacer racionamientos a lo largo y ancho del territorio. Será nuestra culpa si llegamos a este punto. Al fin y al cabo, nosotros fuimos ingenuos por pensar que los millones de pesos que pagamos por el cargo por confiabilidad (para subsanar este tipo de emergencias), estarían allí. Ese dinero desapareció por nuestra mala energía.
“Los colombianos son injustos conmigo, no me comprenden”, piensa Juanma. Siempre es mejor culpar al otro…
Santos culpa de todo a los colombianos y a su falta de actitud positiva.



